El tic-tac del reloj acompaña el torrente de mis pensamientos. El tiempo sigue avanzando mientras yo permanesco aquí, sentada, con todo y nada a la vez.
Estoy sola, me siento sola... Aunque sé que hay mucha gente a mi alrededor.
Las ideas, buenas y malas, han decidido comenzar a bailar. Van de aquí para allá y de allá hacía acá. Están decididas a no dejarme descanzar. Estoy agotada, cansada, pero el sueño se me va. Todo se pone de acuerdo con mi cabeza para que mi martirio no tenga final.
¿Qué hice para merecer esto?
Tal vez me ignoré demasiado tiempo, y aparte la vista de lo que a plena vista podría notar si hubiera querido ver... Aún así, que mente tan vengativa la mía. Por ignorarla un rato, se ha revelado contra mi.
Vamos, duerme otro rato y dejame descanzar. Necesito paz, silencio y tranquilidad. Ignorar mis pensamientos, ignorar lo que quiere el corazón hacerme escuchar, necesito olvidarme del mundo, olvidarme de mi por tan solo unos segundos.
Quiero no pensar en nada, que mi mente quede en blanco, que el manantial de pensamientos que cruzan ahora mismo en mi cabeza cese de una vez.
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