Puedo tener mil palabras que decirte,
Puedo pensar todo el día que cumplido darte.
Pero es verte y sentirme una niña.
Olvido como hablar, que decir,
Mi corazón se limita a palpitar rápidamente.
Tus ojos me parecen ventanas enormes que invitan a explorar, son hermosos, negros, llenos de brillo.
Son dos cuevas oscuras en las que, si te detienes a mirar, siempre encontraras un pequeño faro encendido entre tanta oscuridad.
Quisiera poder acercarme a ti y abrazarte.
Tan fuerte, tan lento, tan sútil.
Y es que me pareces encantador, desgarrador.
Sería emocionante pasar aunque sea un minuto en tus brazos.
Miráme.
Habláme.
Enloquéceme.
Mis ojos ya se han fijado en ti,
Mi corazón ha hecho un espacio para ti.
Y es que, aunque quisiera acercarme, no puedo.
El miedo que me invade cada vez que te veo,
Me paraliza, me detiene.
Y siento que para to, soy un fantasma.
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